El sector de tratamiento de aguas residuales ha incrementado el consumo de energía en los últimos años. El crecimiento de la población y las normativas sobre la calidad y la depuración de las aguas ha provocado un incremento en la factura eléctrica de muchas depuradoras. Es por ello, que cada vez es más habitual ver cómo los gerentes de las depuradoras apuestan por una energía limpia y respetuosa con el medio ambiente.