Existen varias fórmulas para rentabilizar los excedentes de autoconsumo. En primer lugar, se pueden trasvasar a la red general. Otra posibilidad es almacenarlos, limitar la producción o reorganizarla. Estos supuestos pueden ocurrir cuando la potencia producida localmente supera las necesidades de una determinada instalación.

Legislación vigente en materia de autoconsumo

En abril de 2019, se actualizaron por Real Decreto las condiciones de autoconsumo fotovoltaico. Entre otros aspectos, esta normativa permite la compensación de excedentes. Esta se da cuando se vende a una comercializadora la electricidad que no se va a utilizar para la red propia.

Entre otros cambios, cabe señalar los siguientes:

• Las comunidades de vecinos ya pueden autoabastecerse.
• Se da luz verde a la venta a comercializadoras de la electricidad que no se va a usar por parte de los particulares.
• Trámites más sencillos, menos impuestos y eliminación de la obligatoriedad de poseer más de un contador en el domicilio.
• Fin de la limitación en la potencia contratada. Hasta esta nueva regulación, la potencia debía superar a la que era posible obtener del generador.

¿Qué hacer con los excedentes de autoconsumo?

Hay diversos modelos de autoconsumo. Cuando una instalación particular produce más de lo que se requiere, se pueden verter los excedentes a la red o vender la energía al mercado eléctrico. Ambas alternativas posibilitan obtener una ventaja económica.

Inyectar el exceso de producción fotovoltaica a la red es uno de los procedimientos más sencillos. Es decir, si esta supera el caudal que se precisa, el exceso de energía irá a la red general.

Por otro lado, la limitación de la potencia fotovoltaica producida se emplea en particular cuando no es posible el traspaso a la red general. Se lleva a cabo controlando los inversores fotovoltaicos, de forma que reduzcan la referencia de tensión CC de los paneles solares. Así, se reduce la salida de potencia fotovoltaica.

Si lo que se desea es almacenar el excedente fotovoltaico para consumirlo a posteriori, existen sistemas de almacenamiento muy eficaces. Gracias a ellos, la energía guardada estará disponible en el momento en el que sea necesaria. Pese a todo, esta opción es costosa en la actualidad.

Para mejorar el retorno de la inversión, el almacenamiento se puede asociar a otros casos de uso como, por ejemplo, proporcionar un suministro de energía de respaldo. De este modo, se mejora la respuesta a la demanda y se evitan los picos. En consecuencia, se puede rebajar la energía del contrato suscrito.

La gestión de cargas es otra fórmula. Consiste en hacer funcionar algunas cargas durante el periodo de producción fotovoltaica, tanto como sea posible. Estas deben ser flexibles y manejables a través de un sistema de control. Ejemplos de ello son la carga de vehículos eléctricos, el calentamiento de agua y, hasta cierto punto, HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado).

¿Compensación de excedentes de autoconsumo o venta de energía solar a la red?

Para decidirse por una de las fórmulas disponibles, es necesario considerar su funcionamiento, ventajas e inconvenientes. Los abordamos a continuación.

Compensación de excedentes de autoconsumo

En el caso de la compensación de excedentes de autoconsumo, esta no permite una ganancia económica. Al verter a la red la energía no consumida, la comercializadora de electricidad descuenta una cantidad económica en la factura de la luz.

No obstante, aunque esta se puede disminuir hasta cero, no es posible recoger ganancias. La razón es el límite del pago por el excedente vertido. Este se fija en la cuantía de la factura. Esto es, la comercializadora no paga dinero en ningún caso, ni siquiera cuando se alcanza un importe de cero en la factura de la luz al descontar la compensación de excedentes.

Para acogerse a esta posibilidad, la energía que se produce debe ser renovable. Además, la potencia total de la instalación no debe exceder de los 100 kW. De igual manera, debe haber un contrato único para el consumo asociado y los auxiliares. Igualmente, es necesario un acuerdo de compensación de excedentes. Por último, la instalación no debe tener un régimen retributivo adicional o específico.

Venta de los excedentes

Para vender los excedentes, hay que darse de alta como productores de energía fotovoltaica. También es posible la firma de un acuerdo de representación con una comercializadora.

Entonces, ¿cuál es la opción más beneficiosa para las instalaciones en viviendas o en pequeñas y medianas empresas? Realmente, dado que estas presentan unas necesidades continuadas, lo más rentable es la compensación de excedentes. Así, se consigue un ahorro en la factura de la luz.

En el caso de empresas con un gran excedente, como grandes industrias, sí podría resultar rentable la venta. Para ello, es aconsejable realizar un estudio de la producción y del suministro que se requiere. Conviene calcular los costes y los beneficios para tomar la decisión más acertada.

Gracias al marco jurídico actual, las posibilidades de rentabilizar los excedentes de autoconsumo son sencillas y factibles. Basta con escoger el modo más apropiado para cada caso.

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